sábado, 27 de diciembre de 2014

La poesía es amor y el amor nos une

Hoy mi página no encuentra mis palabras,
mas mi calma permanece;
sigue aquí,
escucha la ola,
la ola,
su blanco,
su gris
que otras manos,
no mis manos,
hoy plasman;
palabras con el mismo blanco,
el mismo gris
que mañana,
u hoy mismo,
desde otras manos,
olas
leeré
y serán
mías.
Creo en un destino,
en el destino de los pasos que mañana sonreirán 

al pisar la arena que ayer sonriendo pisaron.
Creo en un amor,
en el amor que no vuelve,
ya que jamás se ha ido.
Me gusta mi vestido holgado porque, al igual que mi piel, saluda al aire y con él puede volar.
La música jamás morirá, por esto siempre existirá la esperanza.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Navidad: ¿"NOCHE DE PAZ"?



Hoy, en Porlamar, lanzaron unos fuegos artificiales y fui testigo de cómo dos perros, por el susto, corrieron desesperados, cruzaron la calle sin fijarse y casi los atropellaron.
Y, como si esto fuera poco, cuando los perritos por fin lograron llegar a la acera, un "hombre" levantó su pierna para asustarlos, les gritó y de inmediato se echó a reír, y ellos, nerviosos, sólo le ladraron sin dejar de correr.
Gracias a esta clase de "humanos" y a que las leyes de este país, si existen, solo están en el papel, para mí estas fechas son las peores del año.

martes, 23 de diciembre de 2014

Hoy que he leído tanto como he escrito, mis manos han descansado; rozan mis cansados, muy cansados párpados plasmando en ellos un dónde encontraré otros ojos para llorar.
La poesía es mi té en mi lluvia.

Las mismas preguntas

La calle donde se encuentra el edificio en el que vivo, por estar en un zona residencial, es poco transitada, y creo que muchos conductores que pasan por ella están mal de la cabeza, porque solamente alguien mal de la cabeza puede pasar por ella a toda velocidad, como si se tratara de una gran autopista.
Con muchísima frecuencia, al yo llegar al edificio, me encuentro con gatos atropellados, sin vida, en medio de la calle, y siempre, al cargarlos hasta el terreno más cercano, para allí dejarlos descansar en paz, hundida en lágrimas me pregunto lo mismo:
Si fue un accidente, si el conductor lo atropelló sin querer, ¿qué le hubiera costado bajar para dejarlo a un lado y así evitar que lo pisen los demás carros?
¿Qué está pasando con gran parte de la humanidad? ¿O será que gran parte de la humanidad siempre ha sido inhumana?
No deja de parecerme increíble que exista alguien a quien le dé igual dejar a un ser en medio de la calle, pudiendo pararse sin problema en esta zona residencial, sin tránsito, sin ningún riesgo de que al detenerse cause otro accidente.
No deja de parecerme increíble que cada día más descubro que los animales son más sensibles que gran parte de esta humanidad.
Ahora, hace minutos, al recoger al gatico y dejarlo en el terreno, yo no dejaba de sentir las miradas de un gato grande y su gato bebé, y supuse que era la mamá y el hermanito del que yo tenía en mis manos. Ellos, la mamá y el hijito estuvieron muy atentos y, al alejarme del terreno, la mamá de inmediato cruzó y se acercó a su hijo.
Luego me preguntan por qué amo tanto a los animales, cuando constantemente, gracias a ellos, los animales, veo, con mis propios ojos, actos como estos, llenos de verdadero amor.
Luego me preguntan por qué amo tanto a los animales, cuando constantemente veo, con mis propios ojos, a "padres" que maltratan a sus hijos, golpeándoles y diciéndoles groserías en plena vía pública.
Luego me preguntan (y hasta me dicen que parezco "obsesionada" con ellos) por qué amo tanto a los animales, cuando día a día veo, con mis propios ojos, a "madres" que llevan a sus bebés en brazos, obligándolos a permanecer, bajo el sol, con ellas en las colas para comprar los productos en escasez que luego revenderán.
He visto, con mis propios ojos, que muchísimas de estas "madres" usan a sus hijos, como si fueran objetos, intentando convencer al policía de que sus niños tienen alguna enfermedad, con el fin de que les permitan comprar más rápido.
Si tengo un hijo realmente enfermo, ¿cómo voy a llevarlo a que pase los días en colas, con este sol, para enfermarlo más de lo que ya está?
Estoy convencida de que gran parte de esta "humanidad" no merece tener hijos.
¿Cómo no amar cada vez más a los animales, si ellos me dan los más hermosos ejemplos de entrega, de compasión, de necesidad, de respeto hacia el prójimo; en una sola palabra: de amor?
Y termino siempre con las primeras preguntas:
Si fue un accidente, si el conductor lo atropelló sin querer, ¿qué le hubiera costado bajar para dejarlo a un lado y así evitar que lo pisen los demás carros?
¿Qué está pasando con gran parte de la humanidad? ¿O será que gran parte de la humanidad siempre ha sido inhumana?
Sin duda me quedo con los animales y hoy, con más firmeza que ayer, afirmo que son mi vida y que, por lo mismo, a ellos entrego y entregaré mi vida hasta mi último respiro.
***Está de más aclarar que me vale que a muchos les parezca raro mi sentir y que hasta crean que es obsesión; con su asombro solamente demuestran lo "humanos" que son.

 http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:143619

sábado, 20 de diciembre de 2014

Hoy doy gracias a la noche

http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:143912

http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/7601-vereda-anonima

jueves, 18 de diciembre de 2014

Cuando llega la noche y la noche me hace escuchar los Nocturnos, más que la noche, escucho mi día que, con cada nota, me dice que es mi misma noche vuelta día porque, aun en la oscuridad, pasa con claridad.
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When night arrives and the night makes me listen to the Nocturnals, more than the night, I listen to my day that, with each note, tells me that it is my same night turned into day because, even in the darkness, it passes with clarity.
Hoy doy gracias a la noche que cantó,
callando un poco mi dolor;
a la noche que cantó,
que cantó
callando,
que al cantar calló,
más que un poco,
mucho de mi dolor.

955

"Increíble que un envase pequeño de Nutella cueste igual que el libro que acabo de comprar. Una razón más para seguir comiendo casi nada de veneno". 

Esto que acaban de leer lo escribí en 2012. Ese día entré a una librería y compré un libro que me costó Bs 75. Minutos después, al entrar al supermercado, vi que el envase pequeño de Nutella costaba exactamente lo mismo. Recuerdo perfectamente esto porque en ese momento, estando allí, en el supermercado, lo escribí y publiqué en una red social. Ahora, hoy 13 de diciembre de 2014, desde un bodegón ubicado en Porlamar, escribo que el mismo envase de Nutella cuesta Bs 955. Ha leído usted bien estos tres números: 955 (con un sueldo mínimo no llega a 5 mil bolívares).

Independientemente de que cuide mi salud y decida consumir poco estos productos, esta gran diferencia de precio es realmente increíble. No falta nada para que el equivalente a un dólar llegue a Bs 200, y aún hay quien se atreve a decir que aquí estamos bien.

Ay, pero qué flojera da pensar en la realidad, mejor me iré a aprovechar los "precios justos"; primero haré la cola en la Tommy, y después, aunque esté por mancharme toda porque me quedan dos toallas sanitarias y no puedo estar cambiándolas rápido, y aunque me preocupa no tener con qué lavar mi ropa porque ya se me acabó el jabón, igualito después de comprar en la Tommy, me iré a hacer la cola en la Victoria's secret, para estar bien "fashion" el 24 y el 31.

¡Feliz año, Venezuela!

jueves, 11 de diciembre de 2014

Empecé a escribir cuando mis lágrimas se preguntaron por dónde más podían salir.
Pronto cumpliré los años que, alguna vez, hundida en la más profunda de mis tristezas, creí que no llegaría a cumplir. Pronto cumpliré los años que, alguna vez, entregada a la más intensa de mis alegrías, creí que llegaría a cumplir. Pronto cumpliré los años que no serán más que la bienvenida a mis próximas alegrías y tristezas tan inexplicables como esta vida.
Se ha ido la lluvia. Ha vuelto la sed. Aún faltan horas para la llegada de la frescura que también hará bailar al polvo en mis cortinas, pero algo en esta tarde se parece a mi noche; ¿será por esta misma soledad?; ¿será por este mismo café?; ¿será por esta misma guitarra?; ¿será por este mismo cuaderno -bajo estos mismos dedos- que le recuerda a esta misma tinta que antes que ella se acabará?; ¿o será simplemente que algo en esta tarde se parece a mi noche por lo tarde que me acuesto cada noche?
Como aún es tarde y aún faltan horas para la noche, esperaré, para más tarde preguntarle a la noche, a la que seguramente sentiré como esta tarde, lo que solo ella me sabrá responder.
"Llueva, truene o relampaguee"...

la lluvia,
el trueno
y el relámpago,
siempre mi mismo
te amo
te dirán.
Aquí, ahora, frente al teclado, intento decirlo todo en una página. Mas aquí, ahora, he comprobado que mi página sigue sin siquiera una frase. Mas aquí, ahora, dejo a un lado el teclado, y una frase, que ahora sigue en otra frase, entre el aire llena la página que aquí, ahora, sigue en otra página... páginas todas que aquí, ahora, sin extrañar al teclado, mis propias manos van llenando tras desenredar entre el aire cada trenza en mi cabello hasta aquí, ahora, trenzada en mi ser.
Ayer es hoy, y hoy es ayer.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Me gusta la facilidad con la que el colchón encuentra mi espalda; la facilidad con la que las sábanas encuentran mis piernas; la facilidad con la que las medias encuentran mis pies; la facilidad con la que la almohada encuentra mi cuello, mi cabello y mi certeza de que, con la facilidad con la que mi cuerpo encuentra tu cuerpo, tu cuerpo me encuentra.

martes, 2 de diciembre de 2014

BIENVENIDO, DICIEMBRE

-¿Qué van a vender acá?
-No sé, pero igual me metí en la cola.
-Bueno, también me voy a quedar, a ver qué hay.

Escucho esta conversación de dos hombres parados al frente de la tienda donde trabajo. Con dificultad salgo de ésta, ya que éstos y otros más no se despegan de la puerta. Me asomo a la tienda de al lado y veo salir a varias personas con el mismo artículo: cajas y cajas con el dibujo de una guitarra como de juguete.

Vuelvo al trabajo y en lo que pido permiso para entrar, mi cuerpo choca con el de uno de los hombres en la cola, quien se ha metido a la tienda y se ha parado sobre la alfombra de la entrada, apoyándose en el cristal de la vitrina, muy cómodo, refrescándose con el aire acondicionado.

A los segundos, dos mujeres, que están en la cola, dejan a su compañero a cargo de sus lugares, y se meten a esta tienda; tocan cada blusa, cada vestido, desordenan, hablan por teléfono y pasa el tiempo y siguen en este plan, muy cómodas, refrescándose con el aire acondicionado.

Antes de yo sentarme, un joven, desde la cola, después de detallarme el cuerpo de la manera más descarada, me mira a los ojos y le respondo muy, muy seria la mirada; siento que está a punto de decirme algo, pero gira la cabeza cuando nota la presencia de mi compañero de trabajo.

Poco después, mi compañero le pide a un señor de unos sesenta años, quien también está en la cola, que, por favor, se aleje un poco de la puerta, para dejar pasar a los clientes, y sin importarle el "por favor" ni el tono amable, le responde que no se moverá, lo que repite su compañera, agregando un "es vía pública".

Y justo ahora entra una señora, con una mano sujetando a una niña, y con la otra mano cargando la caja con la guitarra, y pregunta y explica:

-¿Me podrían guardar aquí esta cajita? Es que voy a volver a entrar y no quiero dejar sola a mi hija.

Para mis adentros, después de exclamar un "¡insólito!", pregunto: "¿Qué ejemplo le está dando a esa niña?".

-Lo que están vendiendo es para escuchar música, ¿no?
-Sí, lo conectas directamente al televisor. A ver cuántos compro, tengo veinte sobrinos, veinte, veinte, veinte sobrinos.
-¡Aaah! ¡Muy bien, chama!

Aquí estoy. Mis oídos no tienen cómo escaparse de estos diálogos. Mi vista no tiene cómo escaparse de estas miradas y actitudes como las que acabo de detallar. Escribo esto sólo con la esperanza de haberme dado a entender, para que al menos alguien haya podido leer lo que va más allá de mis palabras.


 http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:143073

 http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/7484-vereda-anonima
Cada vez me siento peor con los árboles, pero es que realmente no me gustan los libros digitales. El tener un libro impreso, llevarlo a todos lados, el olor de sus páginas, dormir con él, es algo que no se puede comparar con la frialdad de una pantalla, aunque espero algún día animarme a lo digital, ya que el planeta lo necesita. En lo que llega ese día, no sé si intercambiar libros podría ayudar en algo, al bajarle un poco a la compra; nunca lo he hecho, soy celosa con mis libros, sin embargo, me animaría por los árboles.
El primer libro que me viene a la mente es "Prima lejana", de Federico Vegas, que estoy leyendo y, al terminarlo, me gustaría leer otra de sus obras, en especial "Falke"; si alguien cree que esta idea ayudaría un poco al planeta, estoy a la orden para intercambiar estas novelas.
Saludos. Gracias por su amable atención.
Hasta entre tanto silencio escucho las teclas que reclaman por tanto que pienso y no escribo.

EL TIEMPO NO OLVIDA

La canción que creí no recordar,
acaba de llegar;
detuvo mi lectura,
juntó mis pestañas,
aceleró mi pulso,
buscó mi libreta y,
con lágrimas,
estas cuatro palabras escribió en mi página.

FALTATODO

Se encienden las luces. Navidad. Se apagan las luces. Navidad. Navidad. Navidad. Mañana es Navidad.

FALTATODO. Así lo llaman hoy en las redes sociales. Y así ya, en nuestro día a día, muchos nombramos al establecimiento que a muchos nos gustaba, adonde se iba y se conseguía de todo y más.

Hoy, el establecimiento ubicado en una esquina, el mismo que embellecía tan transitada calle, con su estacionamiento rodeado de grama, se ha convertido en algo así como un parque donde la mayoría que va a comprar también va a algo así como a acampar, mientras es noche y espera que se haga día para empezar a hacer la cola con el fin de quedarse con pañales, leche, detergente o cualquier otro producto en escasez que vendan, para luego revenderlo.

Desde las seis de la mañana que su servidora pasa por allí, ya se ven personas -sobre todo mujeres con bebés, bebés y más bebés en brazos- sobre las áreas verdes que ayer embellecían tan transitada calle y que ahora están contaminadas debido a los pañales usados (y a toda la demás basura que usted se podrá imaginar) que a esta mayoría que va a comprar y allí se queda -y hace algo así como acampar- le cuesta llevar a la papelera, prefiriendo dejarla botada a su alrededor, afectando nuestra vista; también nuestro olfato.

Mientras, entre otras actividades, sobre la grama bañan a los bebés y les cambian los pañales, hacen la cola para anotarse en una lista que determinará quiénes podrán hacer la próxima cola; esta otra para comprar los productos tan solicitados. Y así están todo el día y gran parte de la noche.

Y si quien no está acampando se anima a tomar una foto para, muy probablemente, publicarla en las redes sociales y así actualizar la realidad de FALTATODO, corre el riesgo de que quien está acampando le lance una piedra apuntando -más que a su cámara- a su cabeza, al mismo tiempo que a gritos le ordena que no tome la foto.

Navidad, Navidad, FALTATODO y mañana es Navidad y me pregunto si usted encenderá o apagará sus luces... Ya me dirá.


 http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/7354-vereda-anonima
Repito: También se puede estar preso sin cadenas.
Intento asegurarme de la inseguridad de mis pasos, para saberme viva.