martes, 23 de enero de 2024

Pongo la tetera.

Desde mi mesa alcanzo a ver el mismo perro

corriendo en la montaña:

lo acaban de soltar.

Parece que volverá a llover, 

amenaza mi silla

y me siento como si me acabaran de amarrar a ella.

Mi hijita de dos años dice 

Sol, no hay...

Me enternece su casi llanto y que hable español.

He aprendido a sonreír en invierno;

a este asegurarme de que las tardes no pasan  

a la vez de hacer lo que el tiempo permite.

El perro sigue sin parar;

la distancia no me deja asegurarlo,

pero quiero escribir que sonríe.

"No hay Sol, Dalal"...

se me aguan los ojos.

Tomaré té.


21/01/2024.


https://youtu.be/9iEuhNUBUas?si=-lLUKrK-htW9WxRS