jueves, 28 de enero de 2016

Poesía árabe del período abasida

“Abdulah ibn al-Mu’taz, entre 861 y 908, era hijo de un califa y tuvo una vida signada por la más dolorosa tragedia: con apenas seis semanas de nacido, su abuelo, el califa al-Mutawakil fue brutalmente asesinado por los guardias del palacio y ocho años más tarde su propio padre corrió la misma suerte. Su abuela escapó con él hacia la Meca, pero después de un tiempo volvió a Bagdad donde creció, dedicando su vida a la poesía y al estudio de la literatura y participando en la vida literaria de la corte Abasida, manteniéndose al margen de las intrigas políticas hasta el día en que un sublevamiento popular lo llevó al poder casi a su pesar. Nombrado califa el 17 de diciembre de 908 fue depuesto a la mañana siguiente y obligado a esconderse entre sus partidarios, pero descubierto, fue ejecutado el 29 de diciembre de ese mismo año. Es considerado uno de los poetas abasidas más importantes. Cantó a los placeres sensuales y, sobre todo, al vino, pero la perfección de sus versos -se dice- hacen de él artífice esmerado y ejemplo también de los poetas subsiguientes” (Gabriel Rodríguez, en la presentación del libro Tres poetas árabes del período abasida, El perro y la rana, 2008). He aquí una muestra de su poesía:

La noche ha caído sobre nosotros, amiga mía,
Enciende nuestro fuego con vino
Así, mientras el mundo duerme,
Nosotros dos podremos besar
Un sol en la oscuridad.
------

CABELLOS BLANCOS

Días enteros me quedé
Paciente y envilecido
Para obtener su abrazo,
Pero nada pude recibir
Porque mi pelo blanco parece decir,
Guiñando el ojo socarronamente: 
“Mujer, ten cuidado de aceptar”.
------

El velo le tapó la cara: luna escondida.
La chaperona contratada quedó borracha
Pero me vigiló en su sueño e impidió
Que ella me enseñara el sabor de su boca.
------

Debemos encontrarnos al caer la oscuridad
El sol es un chismoso y la noche una
Alcahueta con cortinas de burdel
Que ampara toda cita.
------

Gracias, Dios, la luna nueva
El Ramadán, se ha ido,
Pronto, libera el vino;
La luna es un velero de plata
Repleto de ámbar.
------

TESTAMENTO

Cada hora de vida lleva nuestros pasos a la muerte;
Son nuestros días que desplegamos y plegamos en cada etapa.
No veo nada que pueda compararse con la muerte
Que aniquila todo y hace vanas nuestras esperanzas.
¡Qué triste es un hombre que derrocha su juventud!
Mucho más cuando el viento del norte blanquea su cabeza.
Abandona este mundo con provisiones de piedad,
Porque la vida tiene un número de días limitado.
------

Abu al- Ala- al- Ma’arri (quien nació entre 973-979 y murió en 1058) quedó ciego a los cuatro años de edad. De este poeta hablaremos la próxima semana.


martes, 26 de enero de 2016

"Todo tu amor
en un poema",
recuerdo que dijo,
quizás,
el mismo poeta;
y lo recuerdo
mientras
plasmo
todo mi amor.


 
"Cada árbol es un poema que la tierra escribe en el espacio. Los talamos y hacemos de ellos papel para escribir ahí vuestro vacío interior".
Recuerdo al poeta
mientras escribo.
"Escribe para que puedas olvidar",
leo en esta novela
mientras te recuerdo.

jueves, 21 de enero de 2016

Poesía árabe del período abasida

Abbas, yo quisiera que fueras mi camisa
Pegada a mi cuerpo; o yo ser tu blusa.
O que ambos estuviéramos en una copa
Tú como vino, yo como agua de lluvia.
O que fuéramos dos pájaros amantes
Que viven, solos, en el desierto.
No personas.
------

Tú nunca has sufrido de verdad, o probado
La angustia del insomnio.
Soy yo el que no puede dormir,
Y mientras vivo, no puedo detener
Las lágrimas que manan de mis ojos.
Te burlas de mí cuando te hablo
Pero los amantes que recitan mis versos
Tienen éxito. Así me he convertido
En el pabilo de una vela
Destinado a iluminar la habitación
Para otro hombre
Mientras me abraso afuera en el aire enrarecido.
------

      “De una riqueza extraordinaria, la poesía árabe abunda en nombres de poetas de una excelente calidad a lo largo de toda su historia. Desde sus orígenes, a partir del siglo V y hasta la aparición del profeta Mahoma en 612, sus poetas fueron cantores y cronistas que reseñaron los avatares de una vida inestable signada por las continuas guerras tribales. Con el surgimiento de Mahoma se funda no sólo una religión unitaria sino que se consolida también una sociedad y una cultura que unifica todas las tribus y comienza una era de prosperidad bajo el imperio de los Umayad (desde el 622, principio de la Hégira y la época musulmana) que extiende las fronteras de dicho imperio casi desde la India hasta la península ibérica y el norte de África). Época de florecimiento de las artes y la poesía que se continuará y refinará con la suplantación de los Umayad por los Abasidas hacia el 750 (…) ABBAS IBN AL-AHNAF, nacido alrededor de 750 y muerto probablemente en el 808, fue hijo de una familia árabe de la tribu de los Hanifa residenciada en el Korasán, mitad árabe propiamente dicha y mitad persa. Se dice que era liberal, generoso y de buen talante y un magnífico conversador. ‘Cuando hablaba no queríamos que parara nunca’, relata un sobrino. Se cuenta que el visir de Harún al-Rachid mandó a llamar al poeta para intentar reconciliar al califa y a su concubina favorita que habían llegado al término en que no se podían ni ver. Abbas ibn al-Ahnaf escribió un grupo de poemas que les entregó a ambos para que leyeran juntos. Después de la lectura, la concubina accedió a continuar la relación con el califa a condición de que se le pagara a al-Ahnaf. Éste fue pródigamente reconocido por el califa, por la concubina y por el visir (…) Su poesía está dedicada fundamentalmente al amor a secas, al amor sensual. En un tono intimista, el poeta dibuja sus escenas con gracia y delicadeza y en un estilo que marcaría época y sería tomado como ejemplo por sus sucesores” (este texto, de Gabriel Rodríguez, aparece en la presentación del libro Tres poetas árabes del período abasida, publicado, en 2008, por la editorial El perro y la rana, dentro de su colección Poesía del Mundo).
      La próxima semana compartiremos parte de la vida y obra de Abdulah ibn al-Mu’taz, quien vivió entre 861 y 908. Gracias por formar parte de este espacio. Que viva la poesía.

http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:162628

http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/14358-vereda-anónima


 

viernes, 15 de enero de 2016

¿Qué escuchan sus hijos?

Hoy, de nuevo, a mi sobrinito estuve colocándole muchas de las canciones infantiles que yo amaba de niña. Acabo de cumplir treinta y dos años y, no exagero, al escucharlas, aún las canto y bailo como cuando tenía ocho. Cada vez que me sucede esto, es decir, cada vez que regreso a ese mundo, al que deseo jamás olvidar volver, me pregunto lo mismo: ¿cómo es posible que muchos padres permitan que sus niños escuchen gran parte de la “música” que suena en la radio?
      “¡Ay, cuánta loca hay en la vida! ¡Cuántas mujeres sin tomarse su pastilla! Lo que pasó entre tú y yo, allí quedó, supéralo, ¡deja tu drama!”. Justamente ayer escuché a una niña que, en su inocencia, obviamente sin entender su significado, no dejaba de cantar esto. Querida mamá y querido papá: ¿Qué nos dice esta letra? ¿Es más fácil hacerse los sordos ante este tipo de mensajes en los que la mujer aparece como la culpable? ¿Es más fácil hacerse los sordos ante el machismo que nos rodea? ¿Por qué no mejor enseñarles a sus hijos los verdaderos valores humanos que van de la mano de tantas mujeres y tantos hombres?
      Hace un par de días, en una red social, pudimos ver fotos de una campaña, realizada en Colombia, en contra del reguetón. Aplausos para este tipo de proyectos que tanto necesita nuestra humanidad. Cuando a una madre o a un padre le parece “exagerada” mi forma de pensar, debido a que, como me han dicho, “los niños no entienden nada, solamente sienten el ritmo y ya”, les respondo que no minimicen la inteligencia de sus hijos; si les explican lo que escuchan en la calle (para así más fácilmente evitar que lo escuchen en casa), entienden todo. Sin embargo, triste realidad, para muchos seguirá estando bien comprarles los discos y ponérselos hasta en sus fiestas de cumpleaños y así seguir la moda... Pobres niños, no tienen la culpa de tener esta clase de padres. Sin duda alguna, cada vez estoy más convencida de que no todos merecen tener hijos.
      Lo dijo nuestro querido Khalil Gibrán, en su obra “La voz del maestro”:
      “Amigos míos: La Música es el lenguaje del espíritu. Su melodía es como la brisa juguetona que hace temblar de amor las cuerdas. Cuando los aéreos dedos de la Música llaman a la puerta de nuestro sentimiento, despiertan memorias dormidas desde luengos tiempos en las profundidades del Pasado. Las tristes vibraciones de la Música provocan en nosotros melancólicas nostalgias; y sus poéticos sones nos traen recuerdos placenteros. El vibrar de las cuerdas nos hace llorar cuando se nos va un ser querido o sonreír por la paz que Dios nos ha concedido (…) Cuando cantan los pájaros, ¿llaman a las flores de los campos o hablan a los árboles, o repiten el murmullo de los arroyos? Porque el Hombre, con todo su entendimiento, no es capaz de saber lo que canta el pájaro, ni lo que murmura el arroyuelo, ni lo que susurran las olas cuando lamen la playa, lenta y delicadamente. El hombre no es capaz de saber con todo su entendimiento qué es lo que dice la lluvia cuando cae sobre las hojas de los árboles, o cuando sus gotas golpean los vidrios de la ventana. No puede saber lo que la brisa está diciendo a las flores de los campos (…) Sin embargo, ¿no ha llorado el Hombre al escuchar los sonidos? ¿Y no son sus lágrimas un entendimiento elocuente?”.
      A mis treinta y dos años, agradezco a la vida la infancia que tuve. Gracias por leer estas líneas y amar la verdadera Música. Un abrazo sincero.

http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:162262

http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/14246-vereda-anonima

jueves, 7 de enero de 2016

Si te vas por el mundo...

No puedo vivir sin música. Llegar a casa es uno de los momentos que más disfruto y, estando en ella, las canciones que más amo siempre me acompañan. Curiosamente, escuche lo que escuche, casi, casi siempre termino con los mismos discos de rancheras... y casi, casi siempre con los mismos discos del más grande, del más querido: José Alfredo Jiménez.
      Hay libros que llegan a nosotros aparentemente por casualidad. Pasamos por una calle y, sin haber tenido la intención ni de hojearlos, algo en ellos nos llama y terminan en nuestros libreros. Tiempo después, contemplándolos aún allí, sin leer, los tomamos, los abrimos y, al cerrar la última página, los regresamos a sus lugares, pero ahora también quedan en nuestros corazones.
      Hay un poemario que, por esas cosas extrañas de la vida, llegó a mí para quedarse. Su autora es Ana María Oviedo Palomares, quien -leo en la contraportada- estudió Letras en la Universidad de Los Andes. Esta obra se titula Crueles (treinta y siete canciones y un poema de amor) (El perro y la rana, 2010). Estas canciones son poemas en los que aparecen partes de las rancheras que casi, casi a diario perfuman mi casa. Para todos los amantes de la poesía que vivimos con la música mexicana, les dejo algunas de estas canciones que nos regala esta escritora venezolana:


Y cuando al fin comprendas que el amor bonito lo tenías conmigo
no servirá de nada
y a mí no va a importarme
que te arranques el alma pensando en nuestras noches,
que el despecho te cierre las puertas del mundo
cada vez que te besen otros labios,
que de tanto añorar tu corazón se vuelva piedra roja,
fiera enjaulada,
como yo ruego ahora.
Cuando al fin lo comprendas
habré conjurado tu nombre,
y si no pasa nunca,
peor para ti,
que tuviste la maravilla del fuego entre las manos
y no te quemaste.
---

Respirar,
seguir
viva,
en la misma ciudad
y con la misma gente.
---

Total, si me hubieras querido
estaría ya callada
o aburrida
de tan plena
en cambio,
este desamor
me inspira.
---

Si te cuentan que me vieron muy borracha,
no es por ti.
(por ti me embriago bella,
después del vino escribo versos sobre la libertad
y la noche,
canto, y todo desierto queda lejos)
Orgullosamente
diles que es
sin ti.
---

Amanecí otra vez.
Amaneció otra vez,
en otros brazos.
---

Si te vas por el mundo,
conoces mucha gente y te besan otros labios,
que te vaya bonito,
pero no tanto.

http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:161927

http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/14092-vereda-anonima

Porque quererte es
mi sonrisa
que no sería sin tus ojos:
me quedo,
porque sonriendo quiero morir.