lunes, 29 de junio de 2015

No sólo en la palabra. Hay algo en la letra, en la raya, en el blanco, en la tinta que también dice. Por esto sólo pido que mis cuadernos acompañen mi tumba.

Porque para todo se requiere amor

Hoy lunes, al despertar, lo primero que se me vino a la mente fueron estas dos palabras: cuaderno y pimentón. Preguntará usted qué tiene que ver un cuaderno con un pimentón. Ya es mediodía y confieso que he estado mucho tiempo cuestionándome lo mismo. Usted me ayudará a comprender. ¿Por favor? Gracias. Vamos a ver. Quizás esto del cuaderno con el pimentón se deba a que desde niña me ha gustado escribir, y ahora, bueno, desde hace algunos años, he descubierto que también me gusta cocinar. Ahora bien, cuando escribo, me he dado cuenta de que, dependiendo de mi estado de ánimo (y del hambre que sienta en ese momento) se me viene a la mente alguna nueva receta, casi siempre rara, nada sabrosa; en una palabra: loca. Entonces, de inmediato, sucede lo siguiente: mi mano se detiene sobre mi cuaderno, y mi mirada se dirige al techo, y mi misma mano traslada la punta de mi lápiz a mi boca y, con toda esta imagen intelectual (¡jaja!), más o menos me digo algo así: ¿Y cómo quedaría el pimentón asado, bañado con melocotón frito y coco rallado? Imaginar este nuevo sabor alienta a mi mano a regresar al cuaderno, pero no para escribir esta extraña receta, sino para continuar con mi intento de poema, que no es más que mi risa o mi lágrima convertida en palabra. Ya está. Ahora, escribiendo esto, acabo de entender la relación entre el cuaderno y el pimentón. Gracias a usted por leer. Ahora, con su permiso, voy a cocinar. :D <3

jueves, 25 de junio de 2015

Aunque mis pies no quisieran andar, mis manos insistirían. Bendito sea el escribir.

lunes, 22 de junio de 2015

Ayer o antier (qué importa cuándo)

Llegué a la cama. Intenté llenar la página en blanco, pero la madrugada se compadeció de mis ojeras. Cuando las telas vencidas -de lo que ayer fueron mis cortinas- abrieron mis ojos, sentí que nunca estuvieron cerrados.
Frente al espejo, el mismo espejo reclamó a mis mismas ojeras: porque ya es hoy y no he plasmado nada y el tiempo se me va.
Espero ahora llenar esta página de veinticinco, veintiséis -qué importa cuántas- palabras que digan lo que vivo al querer creer que leo, que escucho, que hablo, que pienso, cuando lo único que realmente hago es intentar recordar la letra de cada canción que me parece mía, para que así, bajándola de mi recuerdo, la escuches y sepas lo que vivo por saber que existes y yo -y mis ojeras- tan lejos.
He llegado a mi cama. He abierto las cortinas: iré contando las estrellas hasta confundirlas con la mirada que, premiándolos, logrará cerrar mis ojos;
tu mirada.
Mis pies, mis piernas, mi espalda, mis hombros, mi cuello, mis brazos agradecen el reposo, mas mis manos, imaginando que -quizás también en cama, contando las estrellas- esperas mis palabras, recobran la energía frente a este teclado.

viernes, 19 de junio de 2015

Porque cada canción es
un paso a paso
para llegar al poema
que hablará
de lo que hablamos callados.

Los falsos amigos

Viví poco más de ocho años en México. Cierto, aquí, en Venezuela, donde nací y crecí, y allá hablamos español, sin embargo, hay palabras que, al llegar a ese país, tuve que dejar de usar por tener distintos significados, intentando siempre evitar malas interpretaciones.
Ahora sonrío al recordar la primera vez que, específicamente en el Estado de Colima, donde residí, pedí un “pitillo”, lo que para los mexicanos (y ellos, al hacerme el favor de leer esto, e...
ntenderán el porqué de mi sonrisa) es un “popote”, una de las tantas palabras que, con el tiempo, aprendí a agregar a mi vocabulario.
Hace poco, un amigo escritor me presentó a “los falsos amigos”, "palabras que, a pesar de tener significados diferentes, pueden escribirse o pronunciarse de una manera similar en dos o más idiomas". Después de reírme con mi amigo, me dediqué a detallarlos en la Wikipedia, lo que me hizo darme cuenta de que él tenía razón: los más simpáticos se dan con el italiano.
Imagínense pedir un burro y que les traigan mantequilla.
"Cerca" es buscar, o sea que no estamos tan cerca.
Un "casino" es un burdel.
Un "camino" es una chimenea.
"Fracasso" es ruido.
Su "genero" será su yerno.
El "largo" es el ancho.
"Nudo" es desnudo.
"Pasto" es comida.
“Solito" es una costumbre.
Si alguien deseara ahondar más en este tema, aquí le dejo el enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Falsos_amigos
Mi mismo amigo escritor, confirmándome “los líos que son capaces de armar” (usando sus palabras) estos falsos amigos, al hacerme llegar una foto, me explicó lo siguiente: “Parece que los chinos andan copiando a IKEA, y no solo se copian los muebles, también las instrucciones para armarlos. Es decir, que traducen del sueco al chino, y luego, para enviarlos a los países hispanos, al español. El resultado es tragicómico. Aquí tienes las advertencias con que tuvo que lidiar un amigo mientras le armaba un clóset a su hija”.
A continuación transcribiré las advertencias que aparecen en esta mencionada foto:
“Advertencia
Después de hablar con cajas de conexión que ping en el suelo. Asegúrate de que después de haber sido fue crucificado, unánimemente. Todos los clavos debe apuntar directamente, no una curva. O que la inestabilidad, los productos o reventar reventar seriamente danadas”.
¿Cómo ven, queridos lectores? A estos amigos falsos hay que tenerles respeto, ¿verdad? ¡Jajaja! Si quisieran compartirnos su propia experiencia con ellos, enviándola a ladendalal@hotmail.com, será recibida y, si lo permiten, publicada en este espacio, con muchísimo gusto. ¡Muchas gracias por su amable atención! Un abrazo y hasta la próxima.

*Facebook: Correctora de estilo Isla de Margarita.

http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:152051


http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/10581-vereda-anónima

martes, 16 de junio de 2015


Cuando escucho esta música,
no me falta tomar mi cuaderno
para intentar describir lo que ella misma me hace sentir;
cuando la escucho,
mis ojos saben que ellos sólo necesitan cerrarse
para transformarse en lágrimas,
es decir,
en el resumen de mi cuaderno
en una sola palabra.

Hola, madrugada

Así como a veces sólo basta una lágrima para saber que hemos despertado,
a veces sólo basta un abrazo para saber cuánto amamos.
Dicen que quizás no deberíamos amar tanto. Que alguien le recete un remedio a mi corazón, por favor.

jueves, 11 de junio de 2015

Mi aliento lo relee cada vez que llueve en mi ciudad:

CORAZÓN EN DOS CIUDADES

Cuando llueve en mi ciudad,
el agua no detiene mis pasos.
Algo sobre el asfalto,
las piedras,
la hierba,
el charco,
me hace seguir.
Quizás la búsqueda inconsciente de un puente como aquel de tu ciudad,
en el que muchas tardes me detuve bajo la lluvia,
viendo el río,
sólo pensando en su fuerza.


Intensamente lloró aquel río conmigo junto al recuerdo de
mi ciudad,
donde ahora bajo la lluvia camino sin detenerme,
quizás inconscientemente buscando un puente como aquel,
desde donde pueda ver el río,
sólo pensar en su fuerza,
y escucharle llorar conmigo junto al recuerdo de tu ciudad.
Quisiera quedarme dormida.
Necesito dormir un poco más.
Y ahora me pregunto si acaso serán uno mismo
el querer y el necesitar.

sábado, 6 de junio de 2015

martes, 2 de junio de 2015

Tu voz me recuerda la risa que,
muy poco antes de yo escuchar tu voz,
pensé que de mí ya jamás saldría.
Tu voz me recuerda la palabra que,
muy poco antes de yo escuchar tu voz,
pensé que ya por siempre yo callaría.
Tu voz me recuerda el amor que,
aun entre tanto gris,
en el fondo yo sabía que aún en mí existía.
Quizás todo esto se deba a que
hay un algo de mí en tu voz.
Las fronteras separan, sin embargo, cuando lloramos al unísono, todo se vuelve un mismo corazón sobre una misma almohada.
"Como una pintura,
nos iremos borrando.
Como una flor,
nos iremos secando,
aquí, sobre la tierra",
dice el poema, y me pregunto ¿quién más que esa tierra transparente me permitiría imaginar tu sombra que, hasta yo también secarme y borrarme, guardaría como la más fina pintura, como la más fina flor, justamente sobre esa misma tierra bondadosa a la que sueñan volver mis pasos?
Doy gracias a mis ojos porque, al cerrarlos, todo puedo soñar.
Quizás somos las almas que he escuchado en mil canciones; que he leído en mil páginas; canciones y páginas todas que quizás desde ya esperan, ansiosas, la primera canción de nuestra primera página.
Cuando veas mi foto,
acaricia mis ojos con tus ojos,
así,
cuando yo lea tus palabras,
mis ojos entenderán.