miércoles, 8 de julio de 2015

Muchas noches, como esta noche, me reúno con mi cuaderno en esta cocina que llamo mía; cocina mía, testigo de que sólo mío es mi cuerpo que, aunque cansado, no se despega de este incómodo banco frente al plato, frente al vaso, aún hambriento, aún sediento. Mas mi cuaderno, aun más sediento, aun más hambriento pide más, mucho más, sin descansar hasta lograr en él plasmar que, muchas noches, al igual que este cuerpo mío, él, mi cuaderno, también quisiera decirle adiós a esta amada mía soledad.
 

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