viernes, 30 de enero de 2015

A mediados del año pasado, fui limitando mi consumo de todo tipo de carne. Como me sentía bien, en septiembre decidí dejarla por completo. Desde ese mes, septiembre, fui limitando mi consumo de huevos. Me sentía excelente y, empezando este año, los dejé por completo. Iniciando este año, y esto sí fue de un día para otro, decidí dejar la leche y sus derivados, y hacer la prueba. Ahora, a casi un mes, puedo decir que me he sentido, me siento muy bien. La verdad, como llevo una dieta sana y deliciosa, las pizzas, las tortas, los helados (ni los de la 4D), las galletas, los pastelitos y demás no me han hecho falta para nada, ni los he extrañado. ¿Y saben qué es lo más curioso y que una vez más me ha hecho confirmar mucho de lo que he leído? Que justo en este casi mes que llevo sin consumir leche y sus derivados, tengo la piel más firme, he bajado la grasa corporal y, obviamente, he bajado de peso (ahora sí me siento de 20).
Además de que es saludable, de hacerle un bien a los animales y al planeta Tierra, hasta es más económico.
Qué fácil es comer bien.

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