Un amable lector preguntó a su servidora dónde había conseguido el
libro "El estilo del periodista", de Álex Grijelmo, y se aprovecha la
oportunidad para destacar que ella tuvo la fortuna de encontrarlo en la
librería TecniBooks, ubicada en el centro comercial AB, en la avenida Bolívar.
Con esta obra también hoy en manos, mencionaremos algunos neologismos (nuevas
palabras en una lengua) que, según este autor, preferiblemente no debemos usar:
Empezaremos con una
palabra que, en lo personal, desagrada, y mucho. Se trata de
"posicionarse", que cada vez con más frecuencia escuchamos o vemos
escrita y "que introdujeron en la prensa los políticos vascos. No tiene
sentido si ya contamos con otras más eficaces como 'definirse', 'situarse',
'pronunciarse'... Aún parece más fea la derivación 'posicionamiento'.
Lamentablemente, la Academia ha aceptado ya 'posicionarse'. Pero nadie dice en
su vida habitual 'tenemos que posicionarnos sobre si vamos al cine o al teatro'". Otro
vocablo ya cada vez más empleado en nuestro idioma es "chat", que
"no existe en español", a diferencia de "chatear", que
tiene que ver con "tomar chatos de vino". "En la jerga
internauta, el sustantivo equivale a 'tertulia' o 'conversación'...; y como
verbo, a 'conversar', 'debatir' o 'dialogar' en Internet. Serían legítimas las
construcciones 'ciberdebate', 'ciberdiálogo', 'cibertertulia'..., para ceñir
esas acciones a la Red".
Continuando con
esto de la Internet (sí, lo correcto es decir LA Internet, y no EL Internet, ya
que, precisamente, nos referimos a LA Red, y así, con "r" mayúscula,
por lo que la Internet debe plasmarse con "i" mayúscula), cuando se
trata de hacer un "clic" (sí, así, sin "k" al final) en
"un determinado espacio en la pantalla del ordenador cuando el cursor se
halla sobre él, para obtener una respuesta del programa", aunque es
aceptado el uso de "cliquear" y "clicar", lo recomendable
es "pulsar".
Otro caso: Aquí, en
Venezuela, si pedimos, por ejemplo, un refresco "de dieta", nos ven
con cara de "¿qué?, ¿cómo dijo?", y hay que volver a
"light". Para darnos a entender, se vuelve a "light",
aunque qué mejor que al unísono se regrese a "de dieta",
refiriéndonos a todos estos "productos ligeros, suaves, rebajados,
descafeinados, sin nicotina, sin azúcar, sin calorías... Cualquiera de estas
opciones gana a la palabra inglesa".
¿Qué hacemos?
¿Sustituimos desde ya estos neologismos desaconsejables, por todas estas otras
palabras que desde hace tanto están en nuestro diccionario? El hoy y el mañana
de nuestro tesoro, la lengua española, dependen únicamente de nosotros.
*Escrito en Porlamar, en julio de 2013.
http://www.elsoldemargarita.com.ve/posts/post/id:166975
http://www.elmundodesdecolima.mx/index.php/editorial/dalai-el-laden/item/15765-vereda-anonima
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