miércoles, 16 de noviembre de 2016

Detengo mi tenedor.
Pienso en el tiempo que ha pasado
sin tenernos juntos en una mesa;
en las mañanas,
tardes,
noches
sin ti,
a mi lado,
acomodando y retirando
los platos,
los cubiertos,
los vasos,
el mantel.
Al ritmo de las agujas de mi reloj,
muevo mi tenedor.
Sigo pensando.




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