He llegado a mi cama. He abierto las cortinas: iré contando las estrellas hasta confundirlas con la mirada que, premiándolos, logrará cerrar mis ojos;
tu mirada.
Mis pies, mis piernas, mi espalda, mis hombros, mi cuello, mis brazos agradecen el reposo, mas mis manos, imaginando que -quizás también en cama, contando las estrellas- esperas mis palabras, recobran la energía frente a este teclado.
tu mirada.
Mis pies, mis piernas, mi espalda, mis hombros, mi cuello, mis brazos agradecen el reposo, mas mis manos, imaginando que -quizás también en cama, contando las estrellas- esperas mis palabras, recobran la energía frente a este teclado.
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