viernes, 3 de noviembre de 2017

Horizonte*

Clavaré pasos tiesos sobre la arena, saludaré a la orilla febril. Miraré a lo lejos, allá donde fui encontrada. Llegaste tras un largo y tortuoso camino. No estás sola, dijiste, porque yo soy parte de ti. Un aluvión de palabras ígneas salpicará mi rostro con su espuma verbal; palabras ígneas se fundirán en el oleaje.
Allá escribíamos como respirábamos. Cada verso era la voz de un sentido que se buscaba. Cada estrofa la sintaxis de nuestras almas. Cada poema una epifanía. 
Hundiré el esqueleto, me acurrucaré entre las líneas de tu texto y sentiré el calor de tu ser; se escuchará nada, se detendrá el aire. Regresaré a la orilla, miraré hasta verme donde estaba, donde me encontraste. Lo sé, lo siento: un día enderezaremos el camino, dijiste.

*Del libro Fui agua.



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