martes, 3 de enero de 2017

Son las nueve horas. La humedad imprime tu recuerdo en mi frente. Preparo mi café. Doy tres pasos con mi taza. Dejo caer mi bata. Vuelvo a mi hamaca. La brisa enchina mi vientre... solitario. Dejo mi bata sobre la cerámica... húmeda. Recuerdo tu voz; no llega. Abro las páginas de un nuevo libro; me parecen las páginas de mi nuevo libro. Sigo en mi hamaca. La brisa enchina mis brazos, largos, que no te alcanzan. La humedad de mi frente baja y la humedad de mi bata -transportada a la cerámica- sube... ambas imprimen tu recuerdo en mi boca. Me pregunto dónde quedó mi taza.



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