miércoles, 6 de mayo de 2015

Chiquis

Te abracé en mi sueño
y te quedaste quieto mientras lo hacía,
como solías quedarte desde esa tarde de enero
que te vi entre los carros
como una bolita de algodón
perdida,
ansiosa por que se la llevaran estas manos
hasta el hogar que desde esa misma tarde también fue tuyo.

Te abracé en mi sueño y,
como solía sucederme,
no quería soltarte y,
como solía sucederte,
no querías alejarte
mientras,
echados,
me veías a los ojos
y te veía a los ojos
sin mover más que nuestros pechos con cada respirar,
con el que me agradecías
y con el que yo también te agradecía por estar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario